En pleno epicentro de la conmemorando del V Centenario (2019-2022) de lo que fuera una de las mayores hazañas del hombre, la primera circunnavegación a la Tierra, te invito a embarcarte en esta trepidante aventura gastronómica,
«LA VUELTA A UN MUNDO DE SABORES»
Seguiremos las notas de Antonio Pigafetta, periodista, antropólogo y cronista designado por Fernando de Magallanes para redactar las crónicas del viaje que estaba a punto de emprender y que tenía como finalidad descubrir nuevas rutas hacia las Islas Molucas, o islas de las especias como le llamaban en aquella época por su alta producción en clavo y nuez moscada. Especias éstas tan cotizadas como la canela y que eran utilizadas para conservar y camuflar el mal estado de los alimentos, sobre todo de la carne, proporcionando olores y sabores actos para los paladares más delicados.
Viajaremos tras la estela de las cinco naves capitaneadas por Fernando de Magallanes , que desplegando sus velas el 20 de Septiembre de 1519 partieron del puerto de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) rumbo a tierras y mares desconocidos.

» A los pocos días apareció el capitán general, con los otros capitanes, navegando río abajo en las lanchas de las carabelas; y permanecimos allá muchos días aún, para terminar de armar muchas cosas que faltaban; y , en todos, bajábamos a tierra, para oír misa en un lugar que dicen Nuestra Señora de Barrameda, cerca de San Lúcar. Y, antes de la partida, el capitán general quiso que todos confesasen, y no consintió que ninguna mujer viniese en la armada, para mayor respeto»
Diario de Antonio Pigafetta

“Relación del primer viaje alrededor del mundo” tituló Antonio Pigafetta al cuaderno donde describió su viaje en el que relató «sus vigilias, fatigas y peregrinaciones» . Anécdotas, descripción de nuevas especies de animales y plantas, encuentros con otros humanos y todo aquello que consideró interesante en tan largo y peligroso viaje.
Viviremos esta aventura, «la vuelta a un mundo de sabores», uniendo de nuevo las ciudades magallánicas, esta vez a través de la gastronomía y con el propósito de descubrir recetas, hábitos culinarios y alimentos en cada escala y que poniendo de manifiesto nuestro legado gastronómico nos permitirá conocer la conexión de sabores que se fueron produciendo en años posteriores y que hoy se considera como el inicio de la globalización gastronómica.
Diversas y variopintas fueron las procedencias de los 265 tripulantes que subieron a borde de las cinco naos. Españoles, portugueses, franceses, italianos, griegos, alemanes, ingleses…. y entre los tripulantes españoles,la mayoría, los nacidos en Huelva, Sevilla, Granada, Cádiz, Guipúzcoa, Asturias, Navarra, Cantabria, Palencia, Salamanca, Toledo…..
Juan de Córdoba, de profesión tonelero, Diego Arias, criado de Magallanes y Diego Díaz, sobresaliente, fueron los tres sanluqueños que se aventuraron a partir hacía un nuevo mundo sin saber, al igual que el resto, si algún día regresarían a su tierra.
Para lo que creían que sería un viaje de dos años y que terminó alargándose a tres aprovisionaron sus naves con 500 toneladas de alimentos propios de la zona para poder consumir durante tan larga travesía. Galletas de mar, pescado seco, tocino añejo, habas, garbanzos, lentejas, harina, ajos, queso, miel, almendras, ciruelas, higos, carne de membrillo, azúcar, alcaparras, mostaza, vacas vivas, aceite, vinagre y vino de Jerez.

La cocina, una base sobre la que colocaban arena húmeda para hacer fuego sobre ella y que solo podían usar los días en los que la mar estuviera en calma y comiendo los víveres que no necesitaban ser cocinados los días de viento, lluvia o mar picada.

Mucho sería el trajín que se vivía en el día a día de las naos con el propósito de que éstas llegaran a buen puerto. No puedo más que imaginar que aunque la cocina se empleara más por la necesidad de alimentarse que por puro placer no quisieran los tripulantes de las naos que esos pucheros les transportaran a través de los sentidos del gusto y el olfato a sus hogares ahora tan lejanos, por lo que cada uno, así lo creo, iría añadiendo a la olla una pizca de su saber culinario y que tan bien arraigados traían de su tierra para hacer lo más llevadero posible las penurias y necesidades que vivieron en tan largo viaje.
De vuelta trajeron sabores recién descubiertos que poco a poco se fueron introduciendo en Europa e incorporándose a nuestra dieta formando hoy parte de nuestra cocina actual.
Hoy nos toca a nosotr@s emprender el viaje partiendo de Sanlúcar de Barrameda para dar la vuelta a un mundo de sabores y descubrir en cada puerto, a través de sus recetas más tradicionales, la parte de nosotros que allí dejamos y regresar a Sanlúcar de Barrameda(Cádiz) con la mente abierta y los sentidos colmados de sabores que siempre creímos nuestros.
Bibliografía:
“Relación del primer viaje alrededor del mundo” . Antonio Pigafetta.
WEB Sanlúcar y la primera vuelta al mundo