Antes de empezar a preparar la receta de hoy, torrijas de moscatel de Chipiona, quisiera ponerte en antecedentes.
Chipiona es el pueblo que se encuentra más cerca de Sanlúcar de Barrameda, a tan solo 8 kilómetros por carretera. También podrías ir de un pueblo a otro a través de un agradable paseo por la playa siguiendo la estela luminosa de su imponente faro, el más alto de España, el tercero de Europa y el quinto del mundo. 🙂 Casi ná!! Son 322 escalones los que tendrías que subir para llegar hasta su cúpula y disfrutar desde allí de la entrada al río Guadalquivir. Nos animamos a subir?? 🙂

Pero ante de llegar al Faro este agradable paseo por la playa también te permitirá disfrutar de los impresionantes corrales de pesca.
De herencia presumiblemente romana , los corrales de pesca son unos recintos cerrados realizados de forma artesanal con piedras porosas, ostiones y algas que actúan como mortero natural y que usan los mariscadores tradicionales en las fases de bajamar para capturar peces y mariscos en la desembocadura del río Guadalquivir.
Estos y muchos otros son los atractivos que puedes encontrar en Chipiona, como la visita obligada al Santuario de la Virgen de Regla. Sus fiestas patronales se celebran en Septiembre en honor a su virgen y son conocidas en toda España por la devoción que sentía la folclórica Rocío Jurado hacía ella.
También puedes tomarte una copita de Moscatel de Chipiona en la Bodega del Castillito, una tasca chipionera ubicada justo frente a la entrada del Castillo situado en la playa y que durante años fue residencia de veraneo de los Duques de Montpesier o D. Carlos de Borbon y Doña Luisa de Orleans, uno de entre los muchos usos que se le han dado durante sus más de 500 años de antigüedad.

Podría seguir compartiendo contigo muchos más atractivos turísticos de los que disfrutar en Chipiona y por supuesto sin olvidarnos de su rica gastronomía, pero quería abrirte una pequeña ventana a este pequeño pueblo gaditano como introducción para contarte que uno de los vinos más afamados del Marco de Jerez es el vino dulce de uva Moscatel del que Chipiona es una de las mayores productoras y que aunque es un vino que se produce en toda España el de Chipiona tiene un sabor y olor únicos e inigualables.
Y así como en Sanlúcar elaboramos nuestras torrijas con Manzanilla en Chipiona las preparan con su afamado vino Moscatel, receta que elaboramos hoy y que te garantizo que no te va a defraudar.
Vamos a cocinar??
INGREDIENTES:
- 24 Rodajas pequeñas de pan
- 4 Huevos.
- 250 ml. Vino Moscatel de Chipiona
- 500 gr. de Miel
- 1 palo de Canela
- 2 Clavos
- Aceite de girasol
ELABORACIÓN:
1.- Primero vamos a preparar el almíbar y para ello pondrás en una cazuela la miel, el palo de canela, los clavos y 500 ml. de agua. Si utilizas esta proporción tendrás almíbar para unas 24 torrijas pequeñas. Mezclamos bien y cocinamos a fuego medio aproximadamente una hora. Para saber si el almíbar ya está en su punto prueba a introducir una cuchara en el almíbar, pasa el dedo por ella y si el almíbar se separa pero no vuelve a unirse es que ya está listo.
2.- Mientras se hace el almíbar puedes ir preparando las torrijas. Necesitarás dos cuencos. En uno vamos a batir los huevos. Puedes empezar batiendo dos y cuando se vayan terminando bates los demás. En el otro añadimos uno de agua por uno de vino moscatel. Haces esta proporción siempre y vas añadiendo más a la vez que la vas terminando.
3.- Sumergimos el pan en la mezcla de vino moscatel y agua. El momento de sacar el pan es cuando deje de echar burbujas. No lo dejes más tiempo porque sino el pan se romperá.
4.- Una vez sacas el pan de la mezcla de agua y vino lo pasas por el huevo y los vas colocando en un plato.
5.- En una cazuela grande añadimos el aceite de girasol (si prefieres puedes utilizar aceite de oliva). Tienes que añadir el suficiente aceite como para que las torrijas queden flotando una vez las introduzcas en él.
6.- Para saber que el aceite está caliente puedes introducir una pequeña cantidad de huevo batido. Si empieza a chisporrotear es que el aceite está en su punto. Introducimos el pan que previamente hemos pasado por el vino y el huevo. Damos vueltas para que se vayan dorando por ambos lados. Retiramos y colocamos en papel absorbente.
7.- Pasamos las torrijas ya fritas y escurridas del aceite sobrante por el almíbar. Dejamos unos minutos para que se empapen bien.
Y ahora solo falta servir una copa de Moscatel para acompañar nuestras torrijas y dar un dulce mordisco a la gastronomía de Chipiona. 😉